Los científicos buscan una y otra vez la interacción de los extraterrestres en la evolución de la Tierra. Muchos ven en las pirámides de Egipto una forma de culto a vida de otro planeta y buscan una y otra vez cualquier indicio que les permita demostrar que hace muchos años, los extraterrestres llegaron a nuestro planeta.
Pero, ¿qué os parecería si os dijera que no en un elemento tan habitual como son los bolígrafos BIC podemos encontrar estos indicios? Un experto en la vida de otros planetas se ha pasado gran parte de su vida analizando este objeto, y los datos que ha obtenido han sido muy interesantes. Tal es la información que puede llegar a almacenar, que asegura que haría falta muchos años más para llegar a descubrir todos datos que ahí se almacena.
A continuación os dejamos un pequeño extracto del informe que ha visto la luz. Os dejará con los pelos de punta.
Un objeto tan sencillo y de uso tan cotidiano como un bolígrafo BIC es una prueba evidente de que los extraterrestres no sólo nos visitan, sino que están entre nosotros.
Permítanme demostrarlo.
La longitud del bolígrafo con la tapa puesta es de 150 mm, y la distancia promedio de la Tierra al Sol es de 150 millones de Km. La relación es evidente. Los bolígrafos BIC son objetos de culto solar introducidos en nuestro planeta por alguna civilización extraterrestre.
Pero no acaba ahí la cosa. La longitud del capuchón del bolígrafo es de 58 mm, y si descontamos lo que mide el clip, nos quedan 35 mm. Sumamos las dos cifras y obtenemos 93, que multiplicado por dos nos da 186, exactamente 40 mm más que la longitud del bolígrafo destapado (146 mm). Además, la suma de las cifras de la longitud de la tapa sin el clip, 3 5 mm, nos da 8, que es el diámetro del bolígrafo. Cualquiera puede darse cuenta de que en esas proporciones existe una relación, y de esa relación se tiene que derivar un mensaje, probablemente las claves para la utilización de todo el poder y la energía del Sol.
Y aún no hemos terminado. Si sumamos la longitud del bolígrafo con tapa, y la longitud del bolígrafo sin tapa, obtenemos la cifra de 296, que es exactamente la distancia, en Km., de Zaragoza a Bilbao por autopista. Por si alguien lo dudaba, la tecnología necesaria para construir autopistas es de origen extraterrestre (supongo que nadie será capaz de pensar que a unos primitivos seres humanos se les iba a ocurrir algo así), y la relación entre esa tecnología y los viajes interplanetarios se encuentra encerrada en las mágicas proporciones de los bolígrafos BIC.
Y no sólo eso, probablemente todos los secretos del Universo estén encerrados en este bolígrafo. Sumando el resultado anterior, 296, con la medida de la tapa sin el clip, 35 mm, nos da 331, que multiplicado por dos es 662, casi la constante de Gravitación Universal salvo el correspondiente factor de proporcionalidad (el valor de esta constante es de 6,67 x 10-11, el error puede ser debido o bien a imprecisiones en nuestras mediciones, o bien a que la inteligencia superior que creo estos objetos decidió que era peligroso poner demasiado saber a nuestro alcance). Además, la longitud del clip es de 23 mm. Si sumamos las cifras de la longitud total del bolígrafo, 150 mm, nos da 6, que con los 23 del clip nos llevan a 6,023, basta añadir el factor de proporcionalidad 10-23 para obtener el número de Avogadro.
Seguro que si siguiéramos indagando en las características de este maravilloso objeto venido de las estrellas, encontraríamos las respuestas a los grandes enigmas de la humanidad. Por nuestra parte, y tras muchos años de investigación y análisis de los bolígrafos BIC, podemos afirmar que estamos a punto de descubrir el secreto de la tortilla de patata…