Los actores de los programas de bromas tienen una profesión muy arriesgada. Podemos pensar que todo son risas pero también te pueden cruzar con algún desalmado que puede querer ayudar a la víctima de la broma y perder los dientes en el intento. Yo por si acaso me quedo con el trabajo que tengo porque a veces las bromas son como las flatulencias, se vuelven contra ti.
Vía: Desvariando ando