Conquistar el amor de una mujer no es nada fácil, aunque para decir verdad nosotros tampoco se lo ponemos fáciles a ellas, pero no sé por qué motivo, al género femenino siempre se le ha catalogado como más exigentes y que hay que hacer muchas más cosas para conquistarlas. Con los hombres es todo lo contrario, un poco de cariño y ya estamos a sus pies.
Esto me recuerda a una leyenda que leí en una ocasión sobre cómo conquistar a las mujeres, seguir leyendo si queréis saber cuál es.
Cuentan, que en el pico más alto de un Cerro, vive el hombre más sabio del mundo. Cierta vez, un joven acudió con él para descubrir el camino al corazón de una mujer, de la que se había enamorado.
Cuando encontró al sabio en la cumbre de la montaña, le preguntó:
Dime Maestro de los maestros: ¿Cuál es el camino más corto, seguro y directo para llegar al corazón de una mujer?’.
El maestro le respondió: No hay camino seguro al corazón de una mujer, hijo mío; solo senderos al borde de precipicios y caminos sin mapas o brújulas, tapizados de peñascos, de arbustos espinosos y con serpientes ponzoñosas’.
Pero, entonces, Maestro: ¿qué debo hacer para conquistar el corazón de mi amada?
Recuerda amado Discípulo: Conserva en tu mente y en tu corazón las enseñanzas y los consejos que te daré… Síguelos fielmente y llegarás al corazón de la mujer que amas.
- Lávese los dientes.
No se rasque los huevos frente a ella.
Regálele flores y muchos, pero muchos presentes.
Levante la tapa del inodoro antes de orinar y recuerde bajarla después.
Lávese las manos cuando salga del baño.
No mastique con la boca abierta.
No eructe duro, o mejor, no eructe jamás.
No sea pedorro.
No hable mal de la madre de ella, ámela como a su propia madre.
No diga palabrotas.
Ría siempre de los malos chistes de ella.
No la cele, o si acaso, un poquito.
Deje que ella tenga celos de usted. Ella sí puede.
No críe barriga. Es más, nunca engorde. Ella sí puede (pero nunca se lo diga).
No se demore en el baño. Aprenda a trapear el baño, pero aun así, no se demore.
No deje la toalla tirada en el piso.
No diga que ella no sabe manejar.
No llegue tarde a casa. Salga de trabajar y váyase de inmediato para su casa.
No se entretenga con los amigos. O mejor, no tenga amigos.
No sueñe con tener amigas.
Nunca mire ni hable del trasero de las amigas de ella.
No sea tacaño. Use cuando menos dos tarjetas débito, y dos de crédito.
No mire a otras mujeres. Es más, entienda de una vez, que no existen otras mujeres.
No hable de su ex. Usted nunca tuvo a nadie antes que ella.
Dígale ‘Te amo’, al menos 24 veces al día.
Aprenda a cocinar.
Lave los platos y deje la cocina limpia.
Arregle la cama (siempre).
Llámela desde cualquier lugar, aún estando usted muy ocupado
Deje que ella compre ropa, zapatos, etc.., siempre que ella quiera. Es más, ayúdela a caminar durante horas eligiendo lo que quiera comprar (y sonría mientras camina).
Deje que ella converse durante horas por teléfono y si puede, páguele la factura del celular.
No ronque.
Recuerde, a usted no le gusta el fútbol y odia las carreras de fórmula 1.
Aféitese todos los días para que no la lastime.
No piense solamente en sexo, pero tampoco exagere; propóngaselo con frecuencia, aunque esté cansado y descremado.
Respete cuando a ella le duela la cabeza, pero si ella se lo pide, si es a usted a quien le duele, complázcala de inmediato. ¡Ah!, y no se vaya a quedar dormido inmediatamente después; debe mirarla a los ojos y acariciarla hasta que sea ella quien se quede plácidamente dormida.
Diga en todo momento que ella es la mujer más bella que jamás ha visto, aunque sea más fea que una noche de ciclón.
No discuta con ella, recuerde que ella siempre tiene la razón en todo.
Hágale saber lo miserable que sería la vida si ella no está con usted.
El Discípulo, agobiado, se vuelve para bajar de la montaña, y el Maestro le dice:
‘¡Espera, Hijo mío, vuelve acá!’ todavía falta…
El Discípulo contesta:
Noooooooo, Maestrooooooo……..
¡Ahora entiendo por qué hay tantos gays!!!!!!!